miércoles, 9 de noviembre de 2011

Jefes y ambientes tóxicos




Actualmente, estar bien en el trabajo no depende de la actitud que consigas aplicar sobre el, sino también tus jefes y el propio ambiente.
Pasar ocho horas diarias en un trabajo en el que estas incómodo acaba haciendo mella en la salud.
En la actualidad hay tres perfiles psicológicos de jefes psicosocialmente tóxicos:
      ·   El directivo de tipo narcisista, que busca en sus subordinados un auditorio, monopoliza todos los méritos y, por lo tanto, nunca apoya, sino que más bien destruye, a aquellos que cree que pueden hacerle sombra.
      ·   El directivo psicópata, aparentemente encantador, aunque calculador y malévolo, sobre todo con los trabajadores más frágiles.
      ·   El directivo paranoide, que desconfía de todo el mundo, fiscaliza constantemente el trabajo de sus subordinados e interpreta de forma negativa la mayoría de iniciativas.
El jefe tóxico consigue frustrar esta condición natural que gratifica el esfuerzo.

Otro de los pilares de la salud de la organización es el apoyo social al trabajador, es decir, el apoyo por parte de sus superiores y compañeros.
El elenco de situaciones tóxicas es amplio y pueden acabar produciendo un agotamiento emocional que depende tanto de la vulnerabilidad de cada uno de los trabajadores como del grado de exposición individual a estos factores estresantes.
El estrés, la depresión, la ansiedad, la apatía, el insomnio y los cambios de humor son algunas de sus manifestaciones psicopatológicas.

Una organización sana se ocupa por sí misma de eliminar a tiempo  desaprensivos y mediocres inoperantes activos, de tal manera
que nunca llegan a alcanzar posiciones relevantes desde las que puedan
hacer daño. Para ello hay una serie de pautas recomendables:
1.    Tomar posesión de tu vida en general y de la situación de acoso
en concreto.
2.    Mantener la calma
3.    Minimizar el daño
4.    Entender la situación
5.    Decidir la condición: Una vez que sabes lo que quieres, decide lo que tienes que hacer para llegar allí.
6.    Ser proactivo, no reactivo. Reaccionar es la respuesta lógica y natural
ante lo que nos está pasando.
7.    Ser agente de cambio social. No sólo sobrevivirás a tu situación de acoso y encontrarás la forma de que echen al tóxico de tu jefe, sino que descubrirás en ti un creciente interés por el desarrollo
y la felicidad de los demás.

Como conclusión, podría asegurar la importancia de encontrarse bien tanto en el ámbito personal como profesional, porque cada persona para sentirse plena y bien necesita conseguir ese equilibrio entre los dos.

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