Se trata de una nueva actividad realizada en clase, para hacernos entender el verdadero valor de una comunicación adecuada y cómo se puede llegar a distorsionar la información a partir de la interpretación que cada uno le da.
En esta ocasión, la profesora se encargó de trasmitir el material necesario (que fue la lectura de la nueva propuesta de la ley de sanidad) para que dos alumnas se lo leyeran y poder comenzar la actividad.
Cuando leyeron el artículo, los alumnos tenían que pasar de 2 en 2 e ir comunicando la noticia individualmente, de tal manera que a todo el mundo le llegara dicha información, o mejor dicho la información resultante de la interpretación que cada uno le dio.
Tras realizar la actividad, recordé lo que nos habían enseñado días antes en clase, que fue lo dicho por Mehrabian, que considera que en el impacto total de un mensaje, se capta un 7% las palabras, el 38% el tono de la voz, los matices y otros sonidos vocales y el 55% la comunicación no verbal.
Por lo tanto, de la noticia de la nueva ley de sanidad (que amplía el derecho a la prestación sanitaria pública a todos los españoles residentes en territorio nacional y garantiza el derecho a la igualdad y la no discriminación por conceptos de etnia, sexo, religión, discapacidad, enfermedad y orientación o identidad sexual, y además se quiere llevar a cabo un establecimiento de un calendario único de vacunas y la inclusión de la prevención y la detección precoz de enfermedades raras en el sistema sanitario) sólo se pudo captar un pequeño porcentaje de la información inicial que es el resultado tanto de la interpretación como la atención que se le dedica a las palabras en una comunicación.
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